La Subcontratación de Servicios Logísticos pisa el freno

Hoy aparecía en los medios especializados del sector, algunas reseñas sobre el último estudio de la Consultora Miebach sobre externalización logística. Aquí os dejamos las reseñas de Logística Profesional, y de Logística y Transporte.

Las dos con titulares muy fatalistas, reflejan lo que indica el estudio y que parecía una tendencia del mercado que nadie quería asumir: Las Empresas son reacias a subcontratar nuevos servicios logísticos.

En los últimos tiempos, tanto las grandes consultoras como muchos operadores logísticos se han dedicado a "vender" las bondades de la subcontratación: ahorros, ahorros y ahorros, y en menor medida flexibilidad, que era nuestro argumento principal como consultores y formadores.

Esto llevó a una fiebre de externalización, y a operativas externalizadas que no conseguían los resultados previstos, ni en reducción de costes, ni en flexibilidad. En muchas ocasiones, por no seguir las pautas básicas que se deben seguir a la hora de acometer un proceso de externalización logística y considerar todos aquellos aspectos que hay que tener en cuenta:

• Valoración de nuestros servicios actuales.
• Adecuada definición del cuaderno de cargas y pliego de condiciones.
• Valoración de los costes ocultos de la externalización.
• No tener en cuenta lo que puede ocurrir al final del contrato.
• Etc.

Esto ha provocado que a la hora de terminar alguno de esos contratos, y visto que los resultados no han sido tan buenos como se esperaban, ciertos clientes están optando por internalizar sus servicios y hacer una reingeniería de los mismos, bien internamente, o bien con ayuda de empresas como la nuestra.

La primera fase del proceso de subcontratación puede servir ya como una reingeniería de procesos. Nuestra experiencia nos reafirma que con un adecuado análisis y redefinición de los procesos internos, muchas externalizaciones se quedan paradas. Los ahorros que se consiguen internamente superan con creces las posibles ventajas de la externalización.

Pero ojo, LA EXTERNALIZACIÓN NO ES MALA, sin duda, que no se nos mal interprete, sino que lo adecuado es hacer el proceso de externalización con mucho detalle y mimo, y no olvidarse de nada de lo que hay que considerar.

Lo mejor, es que aquellas empresas que estén planteándose una externalización, cuenten con la ayuda de la visión externa de un buen equipo de consultores que sepan identificar todos los costes y pongan negro sobre blanco las ventajas y los inconvenientes del outsourcing.